sábado, 22 de junio de 2019

Fotos sin revelar.

Guardo todo lo que un día me arañó las caderas por si un día decido contaros que me hice añicos contando las veces que mi gato me lamió las cicatrices que regué cada invierno negándome que jamás volvería a tener una primavera.
No tenéis ni puta idea de cómo escuece la miel en los labios tras desgarrarlos con una ventana rota.
Tampoco os imagináis lo que cuesta tirar al mar la llave.
Voy a ponerlo todo patas arriba otra vez para enseñarle a Cronos que las cortinas también arden. Y vuelan.
Y que tú
Me hiciste torniquetes en el cuello en lugar de en el recuerdo.
Pídeme perdón.
No voy a dejar de atormentarte con mi existencia hasta que sane la herida
O se me acaben las palabras.





No hay comentarios:

Publicar un comentario