miércoles, 4 de enero de 2017

Los poemas clásicos no se traducen.

No me digas ven para que lo deje todo.
No me repitas más que poesía soy yo.
No me hables de rosas rojas,
ni me nombres violetas azules.
Las oscuras golondrinas ya no volverán a volar.
Ven tú, hazme poesía de mí misma y tráeme flores muertas en una caja de zapatos.
Sólo así dejaré de morder con rabia todas esas canciones tristes dedicadas a niñas deprimidas que una vez fueron golondrinas y ahora ni siquiera saben donde sus tumbas vacías anidan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario